miércoles, 8 de abril de 2009

EL CULTO A LOS HÉROES

Lectura del Prof Garlín. Breve revisión histórica sobre el tema del héroe.

A nivel académico podemos decir que en Venezuela el culto a la personalidad en la enseñanza de la Historia es una hebra visible e invisible en la enseñanza. Esta enseñanza como práctica además de relatar los hechos del pasado, haciendo énfasis en diferentes actores, actores que hacen o no la Historia, unos de los cuales puede prescindirse y otros que ni se sueña obviar, definen también un paradigma: ¿quién hace o no la Historia? ¿Quién es importante y quién no lo es?

Imposible es dar un paso por la vida venezolana sin tropezar con la presencia de algún héroe. Es inevitable la pasarela hacia y desde muchos temas de nuestra historia, la salida y la entrada de las grandes verdades en las diferentes etapas de nuestra vida republicana. Es así como se configura entonces en nuestra realidad los héroes que son los actores alrededor de los cuales se desarrolla nuestro modo de enfocar nuestra vida diaria, en la sociedad venezolana esto nos podría llevar a pensar que la necesidad de creer es la esperanza de las respuestas simples. Es una fácil salida creer en las definiciones que nos da la historia, es posible que sea más sencillo que el héroe sea otro, que el riesgo lo corra otro.

La historia nos enseña que en los pueblos, el culto a los héroes contribuye a tener una disciplina social cohesionada a una identidad nacional. A través de la exaltación del héroe se busca un modelo de conducta que debe ser admirado sin límite, imitado; pues es exaltado como un ser abnegado, fiel y leal al servicio de los principios de libertad y grandeza de los pueblos. El héroe es considerado como un modelo de conducta a seguir por los ciudadanos, nos han sembrado el culto a los héroes.

En Venezuela hemos vivido procesos que se traducen en un largo sueño, una historia que nos anestesia, donde vemos una suerte de superhéroes, es una respuesta natural la desvinculación de la realidad, donde se desarrolla un de discurso de exclusión donde unos escriben la historia y otros que la consumimos, cuando se quiere animar a los venezolanos, no ponen ante una realidad creada semi objetiva que difiere mucho de la realidad que sentimos pero la realidad con la que convivimos a diario nos despierta de ese sueño heroico en el estamos. Un enfoque heroico que por un lado nos genera optimismo, que tiene un efecto contrario, el pesimismo: nadie encaja con las características de héroe.

Desde hace mucho tiempo, los pueblos han necesitado de los mitos y héroes, como medios incentivadores para sobrevivir; es decir, la exaltación de éstos es lo que los motiva e incentiva para realizar grandes actos. En Venezuela también ha ocurrido esto, el Estado siempre ha sido el principal promotor de este culto, con la finalidad de mantener la presencia histórica del héroe para que sirva de motivación de nuestras acciones; pero, también ha sido usado como compensación de nuestras diferencias. El culto heroico es la tierra patria. Con este culto se trata de buscar en el pasado los hechos heroicos para justificar las deficiencias del presente. La historia de Venezuela se ha construido sobre la base de un conjunto de hechos gloriosos llevados a cabo por hombres guerreros, forjados en la guerra por la independencia, los cuales han sido deshumanizado para convertirlos en héroes: unos deificados, otros satanizados. V.G. Bolívar y otros próceres han sido deificados; Boves, satanizados. Héroes al fin, más allá del bien y del mal. El mito ha usurpado el puesto de la historia en detrimento de nuestra conciencia como pueblo.

En la actualidad, no sólo son héroes los que realizan acciones arrojadas en el campo de las guerras, sino también los hay en el campo religioso, literario. Hay héroes poetas, reyes, profetas, etc. Se necesita tener sinceridad en lo que hace y ser admirado por todos aquellos que lo rodean. También están los seres comunes, hombres y mujeres que han sido capaces de triunfar a pesar de sus limitaciones. Estos son los verdaderos héroes anónimos, capaces de dar sus vidas por sus ideales, convicciones, doctrinas, principios y valores, a los cuales se sienten adheridos. Estos héroes, generalmente, son anónimos; pero, cobran notoriedad cuando, en defensa de dichos valores, realizan actos grandiosos que rayan en lo titánico.

En la Administración de nuestras instituciones públicas, debemos tener clara conciencia de que el carácter heroico de las personas que en ellas trabajan rige el comportamiento de éstas. De alguna manera, están siendo influenciadas por los rasgos de nuestros antepasados. Debemos asumir nuestros compromisos institucionales y gerenciales. Es por ello que se hace necesario tener mucha racionalidad y claridad de propósitos, a fin de formar un eficiente trabajo en equipo para lograr los objetivos fundamentales de la institución donde nos desempeñamos. De igual forma, debemos comprometernos con nuestro entrono familiar y asumir con responsabilidad la delicada tarea de contribuir a la formación de mejores ciudadanos, con el objeto de lograr una sociedad, más pensante y más racional, para salir adelante.

El Gerente Público debe estar consciente que un pueblo es una nación y una sociedad, en la cual existen personas con valores y responsabilidades. Es por ello que necesita manejar con genialidad el heroísmo presente en las personas que están a su cargo y las que acuden a su institución en demanda de servicios, para lo cual se requiere el trabajo y el esfuerzo de todos los que hacen vida en la misma. Debe hacerlo, atendiendo las particularidades de las conductas y posturas individuales de cada una de las personas; es decir, de ser un trato personalizado. Sin apartarse de las normas institucionales, debe gerenciar sus recursos humanos con criterios post modernos, consciente de que en cada una de las personas hay un héroe de muchas caras. Se hace necesario identificar tanto las situaciones de codicia, traición, orgullo, egos ambiciosos, pequeñez, torpeza, pero también de generosidad, solidaridad, entrega, héroe en lo pequeño de cada día, anónimo unos días y otros presente, constante, responsable de su cuota de presente, la verdad también luchar contra el personalismo y que renazca la valoración de los colectivos, la reivindicación de los “soberanos”, “pueblos”, “soberanos” son el relleno de los héroes, dando el protagonismo necesario.

Ha y una expresión del análisis de la historia que plantea la siguiente idea:

“La tendencia a situar en los demás los propios problemas y sus soluciones puede conducir al extremo opuesto cuando sale a la superficie como el culto al héroe; o sea una exagerada admiración por otra persona (...) el culto al héroe es una forma de auto repudio. Hace que los otros sean más importantes que tú y condiciona tu propia realización a algo exterior a ti (...) sé tú mismo, se tu propio héroe”.

jueves, 2 de abril de 2009

OCTAVA ENTREVISTA

Realizada por el Prof. Fernando Garlín a una docente de la UNEFA

Hemos analizado la supradicha entrevista, con el propósito de obtener una aproximación a la personalidad de la persona entrevistada, en aspectos relacionados con los juicios de valores que la misma tiene con respecto a la institución donde trabaja, su entorno, sus expectativas.

Hemos podido apreciar en la persona entrevistada un “quiebre“, tanto en lo personal, como en el contexto interpersonal, profesional, institucional, interinstitucional. Ella se siente, según sus propias palabras, frustrada; pues, tenía muchas expectativas positivas con respecto a su rol de docente de educación superior. Tenía cifradas sus esperanzas en conseguir un ambiente de trabajo para desarrollar todo su potencial como educadora, con los conocimientos adquiridos en su doctorado, en un marco de flexibilidad, tolerancia, con un proyecto universitario para la formación del hombre nuevo requerido por la nueva realidad del país; pero, siente que la universidad no tiene un proyecto claro, “… esta universidad no va para ningún lado… nadie piensa en un proyecto de país…”.

Para tratar de entender un poco la actuación de la persona entrevistada, tendríamos que analizar cuales son los factores de la sociedad que han influido en ella para sentir tanta frustración en lo que hace. Estos factores podrían ser su propia historia familiar, sus mitos, tradiciones, nivel cultural donde creció, instituciones, etc. Como observadora de una realidad siente que con su acción puede cambiar los resultados de la realidad. Se siente en capacidad de romper con el viejo paradigma de la educación para dar cabida a la formación de un ser pensante. Piensa que la formación de los estudiantes debe ser para resolver problemas específicos de la nueva realidad del país. Cree que debe haber una ruptura; pero, siente la impotencia de no poder, porque debe seguir unas directrices que le impone la institución; son los pactos fácticos que debe cumplir, para seguir con los mismos resultados.

Considera que es injusta la realidad política o social. Pensamos que se debate entre actuar o no actuar ante lo establecido; entre acatar resignadamente lo que considera injusto, o si contestarla: de palabra o de acto; entre continuar con el modelo o renunciar al mismo.

Sin pretensiones de entrar en la interesante ciencia de la psicología, pensamos que la persona entrevistada esta percibiendo una realidad, en función de sus propias experiencias, en el marco de un campo emocional que le sirve de referencia. Hay en sus declaraciones una serie de sentencias que merecen ser analizadas, para lo cual no somos las personas indicadas, ni lo permite la brevedad que nos hemos propuesto en este trabajo; sin embargo, queremos resaltar algunas de las mismas, con el propósito de tener una somera idea de lo que trae en sus experiencias. Según la entrevistada: ”… suma de fracaso…” “…vivimos un surrealismo terrible…” “… me deprimo… mi vida no tiene sentido como profesional…” “Es una cultura en la UNEFA de la mediocridad…”. Estas sentencias, entre otras, nos hacen pensar que la persona entrevistada ha estado fuertemente influenciada en su formación por una serie de valores éticos y morales, con los cuales se siente identificada; pero, en contradicción con los valores de su entorno inmediato, en el campo laboral, en lo social e institucional. Esta persona trata de entrar en contacto con el entorno con el cual se identifica para ser y hacer su propio mundo; pero, al no encontrarle sentido a una serie de hechos, porque no son significativos para ella, percibe su realidad adversa a su genuina escala de valores y actúa en consecuencia, lo cual afecta sus relaciones interpersonales e institucionales.

Genética de la Violencia

Una perspectiva biológica del crimen, un enfoque que considere las conductas antisociales como comportamiento con evidente base evolucionista y una visión antropológica que considere que la sociedad ha reaccionado contra las conductas que la amenazan y subvierten, favoreciendo las actitudes altruista y castigando las tácticas desintegradoras, necesariamente conducirá a admitir que el crimen tiene primordialmente una base genética.

Adrián Raine resume en los siguientes puntos las consideraciones que enturbian el análisis de la influencia de la genética de la conducta Antisocial.

1. ¿Un gen es responsable de la conducta criminal? Los genes codifican proteínas y enzimas e influencian los procesos fisiológicos cerebrales que podrían predisponer biológicamente para determinar conductas criminales. No es posible concebir un solo gen codificando la proclividad al crimen, como tampoco es imaginable que un solo gen pudiera regir otras conductas humanas complejas. Es probable que exista múltiples genes y esta idea debe presidir aquellas disciplinas biológicas tales como la neurología, la psicobiología o la neuroquímica.

2. ¿La influencia de la herencia entraña que todos los crímenes son genéticamente determinados? La conducta criminal es el producto de los genes y del ambiente. No se habla de efectos sumatorios; lo propio es hablar de efectos multifactoriales, de interacción entre genética y entorno. Por otro lado, los genetistas de la conducta no tienen una posición radical; ellos no excluyen la importancia del ambiente, aunque obviamente privilegian las bases biológicas de la violencia.

3. ¿La investigación genética puede explicar por qué algunos individuos específicos comenten crímenes? Una heredabilidad de los 50% para el crimen no puede extrapolarse para inferir la conducta antisocial de un individuo en particular.

4. ¿Si el crimen es genéticamente determinado entonces es irremediable? Obviamente no hay un destino ineluctable. Admitimos que se trata de una predisposición constitucional influenciable por los parámetros sociales.

5. ¿Son los estudios genéticos más orientados hacia la herencia que hacia el entorno? En rigor los estudios en gemelos y en adopción, si bien están presididos por la genética informan al mismo tiempo, que esta no explica todo. La heredabilidad de la conducta criminal en los gemelos monozigotos es de un 50%. Habría que aceptar que el otro 50% corresponde a influencias sociales.

6. ¿Los factores genéticos que subyacen en el crimen no pueden invocarse en un proceso legal? No puede heredarse algo que es un constructo social y legal y cuya definición esta abierta a debate; sin embargo, esto valdría para muchas enfermedades mentales. Además la importancia de los factores genéticos se ven refrendada por la similitud de los resultados de las investigaciones en diferentes países. Estos estudios revelan que los factores predisponentes son los mismos.

7. ¿Las bases genéticas excluirán a los cientistas sociales? Obviamente nunca sucederá esto. Hay razones incontrovertibles para sostener que los factores socioculturales son claves en el desarrollo del crimen y todo señala que la genética actuará en un vacío si no considerara el medio ambiente.

8. ¿La investigación genética es intrínsicamente perversa porque es usada para justificar cruzamientos selectivos y programas de esterilización? Este temor es infundado a pesar que históricamente se ha instrumentalizado para llevar a cabo programas Eugenéticos que han conducido a atroces políticas de exterminio, por considerar que ciertas razas son inferiores. Las proposiciones eugenéticas no son sustentadas por las investigaciones genéticas.

Artículos como el aparecido en Science en 1993 en el que se decía haber descubierto el gen de la agresividad. En este trabajo, se presentó a ocho miembros de una familia holandesa a lo largo de tres generaciones con conductas tan diferentes como “arranques agresivos, incendios provocados, intento de violación y exhibicionismo” y, tras comprobar que todos poseían una mutación en el código genético de la enzima monoaminooxidasa, esta mutación fue presentada como el “gen de la agresividad”, denominación de la que el propio autor del artículo se desvinculó más tarde. Posteriormente, se observó que la alteración de este gen en ratones producía efectos tan diversos como “temblores, dificultad para enderezarse, miedo, carreras frenéticas y caídas, sueño inquieto propensión a morder al investigador, posturas jorobadas…”. Increíblemente, los autores de este estudio resumieron todo como “comportamiento agresivo”, porque ellos habían decidido a priori, tras leer el trabajo de los holandeses, que, dado que estaban estudiando el gen de la agresividad, todos los comportamientos que observaran serían agresivos.

"No existe un único gen de la violencia"

Lo afirma el genetista francés Pierre Bertoux, a propósito de la película "Animal", de reciente estreno.

(La Nación) - Algún día, la violencia será vencida gracias a los progresos de la terapia génica. Esa es la teoría que postula el film "Animal", de la francesa Roselyne Bosch, que acaba de estrenarse en esta ciudad.

Esa ficción, originada en un hecho real, se desarrolla en un futuro próximo, en el departamento de biología molecular de una universidad europea. Relata la experiencia de un joven investigador que identifica el origen genético de la agresividad y convence a un criminal psicópata para que se convierta en cobayo de un experimento que intentará modificar su ADN para erradicar las pulsiones animales que lo dominan.

¿Es una perspectiva realista? Los neurobiólogos lo ponen en duda. Desde hace dos siglos por lo menos, los investigadores procuran saber si algunos hombres tienen una predisposición al crimen. Las teorías de la herencia biológica del crimen nacieron en el siglo XIX y alcanzaron su paroxismo en la Alemania nazi. Durante ese período se consideraba —sin ninguna prudencia— que los comportamientos humanos similares se debían a un determinismo genético, transmitido por las especies, como se hereda el color de los ojos.

La consecuencia de esa actitud fue la eugenesia, que postulaba eliminar a las víctimas de taras genéticas para evitar que se reprodujeran.

Después de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, con el florecimiento de las ciencias sociales, los especialistas comenzaron a asociar los comportamientos violentos con los fenómenos de sociedad: fallas en la educación, exclusión, influencia de la televisión.

Sin embargo, desde los años 80, los investigadores tratan de descubrir los fundamentos biológicos de esos comportamientos. Hoy se sabe que existen causas genéticas de la agresividad. Pero también está probado que los mecanismos que las regulan son extremadamente complejos.

"No existe un único gen que intervenga en el comportamiento. Hasta el momento se han localizado unos 20 fragmentos de ADN implicados en la conducta violenta. Y la lista podría extenderse", explicó a La Nación el profesor Pierre Roubertoux, especialista en neurociencias del Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS) de Francia.

Autor del libro "¿Existen los genes del comportamiento?", Roubertoux no excluye que haya centenares de genes implicados en esa conducta.

"Con el descubrimiento de la secuencia completa del genoma humano comprendimos que nuestro patrimonio sólo cuenta con 30.000 genes. Es imposible entonces que cada uno de esos genes corresponda a un comportamiento en particular", precisa.