miércoles, 18 de febrero de 2009

Sintesis de Clase del 05-02-09

Actualmente en Venezuela, la formación gerencial en el sector público presenta grandes retos para su adaptación a una realidad caracterizada por un constante y veloz cambio socio-político. En las instituciones públicas, los conocimientos técnicos y habilidades gerenciales que han adquiridos las personas responsables de dirigirlas, como producto de sus estudios y experiencias, en empresa públicas y privadas, no son suficientes para adaptarse a dichos cambios. Para tener capacidad de adaptación, se hace necesario que el Gerente Público tenga una serie de actitudes personales, tales como: flexibilidad, tolerancia, creatividad, innovación y comprensión de los valores individuales de todas las personas que están bajo su responsabilidad, con la finalidad de interactuar con ellas, para mejorar su toma de decisiones y generar soluciones.

En relación con los valores individuales, se debe destacar lo expresado por Mario Briceño Iragorry, en su obra Mensaje sin Destino, el cual, con más de 50 años de haber sido escrito cobra especial vigencia en nuestra realidad nacional. Iragorry nos señala “…La quiebra de nuestra cultura…”. En este sentido, dicho autor señala “… para existir como país debemos poseer sentido histórico…”, “… somos un país ahistórico…”. No tenemos sentido histórico de lo que hemos sido, motivos por el cual debemos “… buscar las entrañas de lo que somos…”. En Venezuela, por causa del petróleo, ha habido un grave proceso de transculturación que ha distorsionado los valores nacionales y, con éstos, lo autóctono de nuestro pueblo, con lo cual se ha deteriorado la identidad nacional. Esto acarrea graves consecuencia en nuestra configuración cultural. Ya no somos los mismos. Nuestro genio nacional se ha distorsionado, en casi todos los niveles. En nuestra forma de ser vibra una mezcla de valores heterogéneos, donde prevalecen los de otras culturas. Hemos perdido nuestra particular forma de ser. Iragorry decía que nuestro país carece de responsabilidades. Debemos apropiarnos de nuestra manera de ser.

Generalmente, en la formación de gerentes públicos, tanto en lo académico como en lo empírico, se enseña cómo se organiza el sector público, cómo se maneja un presupuesto y las finanzas del estado, entre otros aspectos no menos importantes; pero, no se les enseña a manejar situaciones antagónicas entre los valores individuales y lo que deben ser los valores institucionales.

Es por ello que en la Venezuela del siglo XXI, debemos romper con estos paradigmas en la formación de gerentes que tendrán la responsabilidad de lograr con eficiencia los fines sociales de las instituciones donde trabajan. Algunos profesores, conscientes de esta situación, están rompiendo con los viejos modelos de enseñanzas. De ello somos testigos en nuestra casa de estudios – UNEFA -, con especial mención en la cátedra Formación Gerencial. Se hace necesaria una praxis de la Gerencia Pública acorde con la realidad actual, en la cual tendrá que comprender los valores individuales que tienen las personas a su cargo y aplicar sus habilidades en el manejo de las relaciones humanas, a fin de lograr sus objetivos institucionales. El Gerente Público actual deberá actuar a la altura del compromiso que se le presenta en la conducción de las políticas públicas, con sentido de responsabilidad social y ética; pero, también con habilidades interpersonales para trabajar en equipo integrado por individuos de diferentes formas de ser, a fin de interactuar con éstos en pro de la consecución del fin social de la institución donde se desempeña.

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